¿Qué diferencia hay entre una manta eléctrica y un calientacamas?
Contenido actualizado el 15 de enero de 2023
La diferencia entre manta eléctrica y calientacamas es una de las primeras cosas que pasan por nuestra cabeza en el momento en el cual nos estamos planteando adquirir una de estas herramientas de calor. A primera vista, lo cierto es que generan confusión.
Una manta eléctrica y un calientacamas pueden dar la sensación de ser lo mismo. Pero, en realidad, son dispositivos que están lejos uno del otro. En las próximas líneas te explicaremos cuáles son las diferencias que tienen y te ayudaremos a entender mejor por qué deberías hacerte con un modelo u otro.
¿Qué encontrarás en este artículo?
¿Cuándo conviene usar una manta eléctrica y un calientacamas?
Si bien ambos dispositivos son equipos que están dirigidos a proporcionar calor, la diferencia entre manta eléctrica y calientacamas radica en la forma en la que funcionan. Entender cada uno de estos dispositivos te ayudará a llegar a la conclusión de cuál de los dos es más recomendable en tu caso.
La manta eléctrica: para momentos de relajación
También las conocemos con el nombre de mantas térmicas y se trata de la evolución de los sistemas de calor más clásicos, como la inolvidable bolsa de agua que usaba tu abuela.
La manta eléctrica es un equipo manejable que puedes colocar con comodidad encima de ti o en algún lugar cómodo para que te transmita un alto volumen de calor.
Son equipos altamente avanzados que, al mismo tiempo, aportan mucha flexibilidad. Se pueden configurar con distintos niveles de intensidad de calor, con modos de tiempo personalizados y otros ajustes que ayudan a disfrutar de una experiencia ideal. Puedes utilizar las mantas eléctricas mientras estás leyendo, viendo películas o relajándote de cualquier manera. También tienes la posibilidad de ponerte la manta eléctrica cuando te vas a dormir. Solo tienes que colocar la manta eléctrica en el interior de la cama y disfrutar del calor que emite para conciliar el sueño.
Pero recuerda que las mantas eléctricas no están pensadas para que duermas con ellas toda la noche. Son herramientas que te aportarán una buena temperatura y que harán que te sientas bien mientras estás conciliando el sueño. Después, la manta se apagará y te seguirá dando calor mientras duermes, asegurándose de que tu temperatura corporal se mantiene estable y que no tienes problemas durante la noche.
Una de las ventajas de las mantas eléctricas radica en su flexibilidad. Las puedes usar con comodidad y ponerlas en distintas posiciones según lo que necesites en cada momento. En la práctica son mantas de contacto agradable, con un buen tejido que resulta muy cómodo para descansar dentro o fuera de la cama y que, en su interior, esconden el sistema de calefacción con el cual generan calor para que disfrutes de esa agradable temperatura.
Cuando llega el invierno no hay nada más placentero que estar en el sofá con una manta bien calentita, ¿verdad?
Si quieres una manta que no solo de cubra del frío sino que genere calor por sí misma, te animamos a ver esta guía para averiguar cuál es la mejor manta eléctrica para ti, ideales para relajarnos sin pasar frío.
El calientacamas: pensado para dormir
En el otro lado de la balanza de esta comparación se encuentra el calientacamas. También se trata de una herramienta fruto de los últimos avances realizados en el sector de la calefacción y el bienestar personal.
En este caso, es una superficie de mayor tamaño que está diseñada con la intención de colocarla en una posición entre la sábana y el colchón. Es decir, que se diseña con el objetivo de que tu cuerpo quede por encima del calientacamas sin que haya que preocuparse de su estado.
Esta es una diferencia radical en comparación con la manta eléctrica. La manta es delicada y no puede soportar peso, puesto que los componentes interiores se podrían ver dañados. Tampoco se puede utilizar de una manera en la que existan riesgos en su uso. Pero el calientacamas es más resistente. Solo hay que ponerlo en la cama ocupando todo el espacio, para lo cual es importante comprar un modelo del tamaño adecuado, y tumbarse encima para descansar con gran satisfacción.
La forma en la que el calientacamas aguanta el peso del cuerpo se encuentra en que los componentes internos, como los cables de los calefactores, se encuentran distribuidos uniformemente y protegidos. Lo que sí debes tener en cuenta es que, si bien son un aporte ideal para pasar la noche y estar calientes, no sirven para que te tapes con ellos. Solo están diseñados para ponerlos en la cama y dormir encima mientras recibes el beneficio del calor que ofrece su temperatura.
Las 7 diferencias entre calientacamas y manta eléctrica
Ya te hemos contado, a grandes rasgos, qué es lo que diferencia estos dos dispositivos. Pero vamos a resumirte sus diferencias en una lista muy rápida y práctica que te ayudará a entender la diferencia de forma inmediata.
- El calientacamas lo puedes usar para calentar el colchón y tumbarte encima. Resiste el peso y abarca una gran cantidad de espacio para que toda la superficie esté caliente uniformemente. Por su lado, la manta eléctrica es de menor tamaño y se concentra en un punto de calor concreto.
- Ambos dispositivos son muy seguros, pero el calientacamas es el que te aporta más tranquilidad por saber que dormirás sobre él y que no se podrá producir ningún incidente. La manta eléctrica hay que asegurarse de apagarla o de programar su apagado.
- Las mantas eléctricas son manejables y fáciles de transportar. Te las podrás llevar de vacaciones. El calientacamas está pensado para colocarlo de manera estática y estable en la cama.
- La manta eléctrica la puedes usar en distintas habitaciones y haciendo todo tipo de cosas, mientras que el calientacamas está limitado a dormir.
- En la factura eléctrica ahorrarás más con la manta eléctrica, que consume menos y se asegura de que tienes calor concentrado en un punto sin tener que estar mucho tiempo encendida. Un aspecto, sin ninguna duda, muy tenido en cuenta para elegir la mejor manta térmica.
- Normalmente hay más modelos entre los que elegir cuando hablamos de una manta eléctrica, sobre todo en los tejidos utilizados.
- La manta eléctrica tiene más aplicaciones a la hora de calmar dolores y hacer terapias de masaje, ya que es más manejable y, por su tamaño, se puede poner en distintas partes del cuerpo.
¿Es mejor una manta eléctrica o un calientacamas?
Todo depende de tus necesidades para beneficiarte de la fuente de calor externa que vas a comprar. En nuestro caso, solemos recomendar la manta eléctrica. Un buen calientacamas también viene muy bien, pero se suele quedar corto en ciertos aspectos.
Por ejemplo, si solo tuvieras un calientacamas y no la manta eléctrica, pasarías frío a lo largo del día o te verías obligado a encender la calefacción.
Es mucho más práctico tener la manta eléctrica y poder usarla cada vez que lo necesites estés donde estés. No obstante, puestos a pedir, ambos dispositivos son muy combinables. Puedes tener un calientacamas para dormir y no usar la manta eléctrica en la cama. Al fin y al cabo, no es algo tan exagerado, ya que la manta eléctrica no está pensada al 100% para dormir con ella. De ahí que todas se desconecten cuando pasa un periodo de tiempo y que así no se expongan a sufrir problemas.
Esteticien, masajista y coach personal, apasionada de la salud mental y física. Graduada en Estética integral y bienestar el Instituto Sanvador Seguí (Barcelona) y certificada en Coaching en Foment Formació.