¿Cómo hacer un masaje relajante?
Contenido actualizado el 24 de enero de 2023
Un masaje puede ser una de las actividades más relajantes de las que disfrutemos. Pero es importante saber cómo hacer un masaje relajante si se quiere disfrutar de la mejor experiencia.
Por medio de los masajes aliviarás dolores, te sentirás más descansado y podrás vivir mejor. También tendrás la capacidad de ayudar a tus seres queridos para que se sientan más descansados.
Sigue leyendo con la intención de descubrir cuál es la mejor forma de hacer los masajes más relajantes que sorprenderán a quienes los reciban.
¿Qué encontrarás en este artículo?
¿Cómo hacer el mejor masaje relajante?
Ya sea casero o con una masajeador eléctrico, te recomendamos tener en cuenta estos consejos para que el masaje que realices transmita el mayor nivel de relajación y ayude a quien lo reciba.
Crea un entorno agradable
El cuarto donde realices el masaje tiene que contar con una luz tenue. Al mismo tiempo, el lugar donde coloques la camilla o la cama donde se vaya a tumbar el receptor, no tiene que estar expuesto a esa luz de una manera directa.
Otro aspecto a cuidar es la temperatura. Ni calor, ni frío. Hay que encontrar el equilibrio. Al hacer un masaje, gran parte del secreto se encuentra en alcanzar esa estabilidad en todos los aspectos. Si tienes que poner el aire acondicionado ligeramente, abrir la ventana o enchufar la calefacción, hazlo sin problemas.
Prepara tus manos
Por mucho que hayas preparado el ambiente de la habitación, esto no protegerá al receptor del contacto con tus manos. Imagina que, si es invierno, lo último que quiere esa persona es que le toques con las manos muy frías. Por ello, asegúrate de calentártelas antes de comenzar con el masaje. No tienen que estar quemando, pero sí tener una temperatura agradable.
Asimismo, no olvides que al hacer un masaje hay que tener las manos muy limpias. Por ello, lávatelas a conciencia antes de comenzar con la sesión.
Utiliza esencias relajantes
Alcanzar ese máximo nivel de relajación que quieres transmitir es más sencillo si te apoyas en el uso de esencias relajantes. Te recomendamos comenzar con la esencia de enebro, menta, salvia, romero u jengibre, puesto que son las que se ocupan de hacer que se eliminen los dolores musculares que el cuerpo sufre debido al estrés.
Después lo mejor es recurrir a esencias como la lavanda, la manzanilla y el jazmín, cuyas capacidades son ideales para transmitir una mayor sensación de paz mental y relajación.
Con música relajante o en silencio
La elección de una técnica sonora u otra depende mucho de las preferencias de cada masajista.
Ambas opciones son buenas, pero si optas por utilizar música relajante, ten en cuenta que tiene que ser de ritmos calmados y que transmitan serenidad.
Si no sabes elegir una buena música para masajes y relajación, o no sabes cómo conseguirla, lo mejor es que optes por el silencio. Gracias a un entorno silencioso se transmite más calma y el receptor del masaje puede desconectar con mayor rapidez sin preocuparse de nada.
El aceite será tu arma secreta
Las esencias son muy efectivas en la transmisión de relajación, pero si quieres que alcancen su mejor nivel de rendimiento, necesitas aceites. Y si tenemos que elegir uno que sea ideal para la relajación, te diremos que es el de almendras.
Es el que seleccionan los grandes masajistas y el que es capaz de aportar las mejores sensaciones. Uno de los motivos es que su olor es natural, familiar y agradable. ¿A quién no le gusta un buen olor de almendras?
Otro aspecto positivo del aceite de almendras es que combina muy bien con las esencias que te hemos recomendado antes. Así que, una vez pongas el aceite, podrás ir añadiendo la esencia y disfrutar de las ventajas combinadas de ambas sustancias. Eso sí, recuerda que el aceite es mejor que se encuentre templado. Eso hará que el efecto sea más satisfactorio.
No todos los días tenemos el privilegio de acudir a un masajista profesional, ya sea por tiempo o por dinero.
Si es tu caso, te animamos a ver esta guía para descubrir qué masajeador elegir, una alternativa mucho más económica para disfrutar de un buen masaje relajante en casa a cualquier hora.
¿Cómo dar un masaje de espalda relajante?
El de espalda es uno de los masajes relajantes que se pueden realizar con una mayor sencillez y que, además, tienen unos efectos más positivos. Para comenzar, te recomendamos que la persona que lo vaya a recibir se siente en una silla.
Como masajista, tú tendrás que colocarte en su espalda. Si el receptor se ha sentado en el suelo, lo que puedes hacer es arrodillarte en su espalda de una manera cómoda. Eso ayudará a crear una mejor sensación tanto para ti como para el receptor.
- Desde la base del cuello desliza los pulgares pasando por los lados hasta llegar a los hombros. La presión tiene que ser uniforme. Sé sensible, pero haz una presión uniforme. Nota cómo poco a poco la zona va calentándose.
- Libera los nudos que encuentres en cuello y hombros. Hazlo poniendo los pulgares en los nudos y el resto de dedos en los hombros. El movimiento que debes hacer es rotatorio. Eso liberará la tensión.
- Masajea los omóplatos moviendo las manos en forma de círculo y usando todos los dedos.
- Dirígete a la columna y masajea con suavidad, haz presión y mueve de forma consecutiva.
- Sigue con el masaje hacia la clavícula, los brazos y las manos. Todo influye en la relajación de la espalda.
- Coloca tus manos en los hombros del receptor y ve bajando hasta llegar a las manos. La presión tiene que ser suave.
¿Prefieres que el receptor se tumbe? También es una muy buena opción. Repite todo el proceso que te hemos compartido, pero ten en cuenta que, en esta posición, el uso de masajes será más fácil.
¿Cómo dar un masaje relajante para piernas cansadas?
Este es un tipo de masaje que se puede disfrutar fácilmente con un masajeador de piernas en casa, pero si no tienes una de estas herramientas a mano, seguro que te ayuda saber cómo hacerlo.
De lo que te beneficias con este masaje es de activar la circulación sanguínea, calmar dolores y reducir problemas que se sufren, sobre todo, si tienes un trabajo que te mantenga muchas horas en activo. Sigue los pasos siguientes para realizarlo.
- Comienza poniendo tus manos en los tobillos. Haz una presión moderada, pero constante, mientras deslizas los dedos hacia las rodillas.
- Recorre toda la pierna con el masaje. Aplica presión variable dependiendo del grado de molestia o los nudos que encuentres.
- Mientras masajes en distintas direcciones, mueve los pies con suavidad. Eso ayudará a que la tensión acumulada se reduzca hasta desaparecer.
- Termina el masaje con el uso de un aceite relajante. Hay varias opciones, pero con el romero no te equivocarás. Deja el aceite unos minutos en la pierna y luego retíralo. La sensación de relajación será máxima.
Mejores técnicas para el masaje relajante
Tanto si vas a aplicar el masaje en una zona del cuerpo como en otra, hay una serie de técnicas que nunca fallan y que aportan las mejores sensaciones:
- Presión con pulgares: estos dedos son una herramienta imprescindible al dar masajes. La presión que puedes hacer con ellos es ideal para que sean una buena manera de acabar la sesión. Primero haz más presión y luego ve reduciéndola progresivamente.
- Vaciado: un buen punto de inicio de cualquier masaje. Usa tus dedos para crear un camino en el cuerpo del receptor. Tienes que comenzar abajo e ir hacia arriba y, cuando llegues al centro de la zona, deslizar los dedos llevándolos a los extremos.
- Deslizado: del centro hacia la parte del exterior. Sincroniza cada presión que hagas, con la respiración. Es adecuada una presión media.
- Oscilaciones: similar a los deslizamientos, pero con un nivel de presión inferior.
Estas técnicas tendrás que aplicarlas en un orden u otro dependiendo del masaje que vayas a hacer y de las circunstancias.
¿Cómo incrementar los beneficios del masaje relajante?
Hay varios consejos que tienes que recordar para incrementar el nivel de relajación que vas a transmitir. Por ejemplo, no olvides que este es un masaje relajante, así que la presión tiene que ser constante. No puedes sorprender al paciente cambiando de presión por sorpresa. Además, las manos siempre tienen que estar sobre el cuerpo y no levantarlas. Eso ayuda a que el estado de relajación se mantenga estable. Cuando liberes el contacto con el cuerpo del receptor, este ya se encontrará relajado.
Siempre hay que mantener una actitud positiva mientras se está haciendo el masaje. Aunque pueda no parecértelo, un pensamiento negativo mientras masajeas, puede llevar a que pases esa inestabilidad emocional a la otra persona.
Durante el masaje, también hay que recordar que se está buscando la relajación y no la eliminación de grandes dolores o lesiones que puedan perdurar en el cuerpo del receptor. Por ello, la presión no tiene que llegar a ser extremadamente alta. Esto también implica que bajo ningún concepto te puedes arriesgar a provocar dolor. Pero, eso sí, no importa si eres creativo y buscas maneras de relajar más. Por ejemplo, si estás haciéndole un masaje a tu pareja, es muy posible que sepas cuáles son los movimientos que la relajan más. Esa es una ventaja que nunca hay que dejar de lado.
¿Qué beneficios tiene un masaje relajante?
Por supuesto, su principal finalidad es relajar. Pero, al margen de eso, también se trata de un tipo de masaje que proporciona otras muchas ventajas:
- Son una forma excelente de liberar el estrés
- Ayudan a disminuir los niveles de ansiedad y reducen la tensión en el cuerpo
- Mejoran la circulación sanguínea
- Reducen o incluso eliminan dolores musculares
- Aportan una mayor sensación de serenidad y paz
- Permiten llegar a dormir mejor
- Favorecen la eliminación de toxinas
No menos importante, en el caso de las mujeres, estos masajes tienen la capacidad de reducir la inflamación que se produce con el ciclo menstrual. Por ello, se convierte en una terapia natural muy recomendable para todo tipo de mujeres. Si la aplicas con tu pareja, seguro que ayuda a que se encuentre no solo más relajada, sino también más aliviada y feliz.
Esteticien, masajista y coach personal, apasionada de la salud mental y física. Graduada en Estética integral y bienestar el Instituto Sanvador Seguí (Barcelona) y certificada en Coaching en Foment Formació.