¿Cómo dar masajes en los pies?
Contenido actualizado el 19 de enero de 2023
¿Te gustaría saber cómo dar masajes en los pies? Este es uno de los masajes más satisfactorios que se pueden dar, en especial cuando lo compartes con una persona a la que aprecies. Un masaje de pies por la noche, después del trabajo y antes de dormir, podría hacer a cualquier persona la más feliz del mundo.
Por eso, vamos a compartir contigo varias formas de dar masajes en los pies con las que transmitirás esa felicidad y ayudarás a que descanse hasta quien suela tener más problemas en los pies.
Toma nota de los consejos, de las ideas que te damos y no te olvides de practicar y practicar. Los masajes de pies mejoran mucho una vez has practicado y le has ido cogiendo el truco a la técnica.
¿Qué encontrarás en este artículo?
¿Cómo dar el mejor masaje de pies?
Hay distintas técnicas. Compartimos contigo, para comenzar, la más sencilla y general. Luego puedes seguir leyendo para que te demos otra forma de masaje de pies que te permitirá sorprender a tu pareja u otra persona especial.
Paso 1. Colócate en la posición correcta
Ponte delante de la persona a la que vayas a dar el masaje. Tienes que estar cómodo, porque el masaje no es cuestión de unos pocos minutos. La pierna estirada del receptor tiene que quedar con el pie situado muy cerca del área de tu pecho.
No vas a estar con la espalda recta, sino que debes colocarte un poco reclinado hacia quien recibe el masaje. Necesitas adoptar este tipo de postura porque, de esa manera, podrás hacer el nivel de presión que requieren los movimientos que hagas con las manos.
Paso 2. Comienza el masaje
Tienes que empezar en los dedos del receptor. Desde allí, utiliza tus dedos para ir masajeando todo el pie hasta llegar a la parte del tobillo. La primera pasada servirá para romper el hielo y crear ese primer contacto entre tus manos y el pie.
Cuando hayas llegado al tobillo, inicia el camino inverso. Pero, mientras vuelves, aplica presión en el pie por medio del uso de los pulgares. Ve manejando el pie a tu antojo y haciendo un movimiento de ahuecado.
Sigue con el camino de subida y bajada, como poco, dos veces. No cambies la posición que habías adoptado, aunque intenta no cansarte y, si crees que el masaje pierde fuerza o ritmo, haz una pequeña parada. No obstante, recuerda que las manos es mejor que sigan en contacto con los pies para que la sensación de relajación del masaje no se vea interrumpida.
Mientras estés haciendo presión con los pulgares, ten en cuenta un factor clave: la fuerza que hagas no debe proceder de los músculos que tienes en esos dedos. En realidad, tienes que actuar de manera que la presión la hagas utilizando tu propio peso del cuerpo.
Paso 3. Lleva el masaje hacia el arco del pie desde un lado
La siguiente zona a masajear es el arco del pie. Para ello, tienes que moverte ligeramente hacia el lado del pie que vas a masajear. La presión tiene que darse en el característico arco que tiene la planta del pie.
El masaje lo tienes que hacer, de nuevo, con los pulgares. Debes mover los dos pulgares de forma circular, pero cada uno de ellos hacia uno de los lados. Después sitúa los pulgares lo más alejados que puedas entre ellos e inicia un masaje en el cual vayas acercando los dedos a medida que los muevas.
Esta parte del masaje debe ser intensa y con presión salvo en el caso de que exista algún tipo de lesión, herida o zona con mucho dolor con la cual haya que tener cuidado.
Paso 4. Cambio de posición y sigue masajeando
Ahora el receptor tiene que ponerse boca abajo para que el pie quede en una posición en la cual te resulte fácil llegar al tendón de Aquiles. Una vez más, el masaje lo tienes que realizar con los pulgares.
Comienza en la parte superior del pie y ve avanzando hasta que hayas llegado al tendón. Para ello, tendrás que masajear toda la zona del talón y el tobillo.
En todo momento, el movimiento recomendable es el circular. Sigue hasta que hayas llegado incluso a la pantorrilla. Esta parte del masaje resulta muy conveniente para conseguir que el receptor libere dolores y se encuentre más descansado. Si te parece difícil abarcar toda la zona, lo mejor que puedes hacer es levantar el pie para llegar mejor y que te resulte más cómodo.
Paso 5. Haz presión y estiramiento dedo por dedo
Tu mano izquierda tiene que sujetar el pie del paciente por la parte de abajo. Si colocas tu mano en el arco, estarás más cómodo. Ahora empieza por el dedo gordo. Pon tu pulgar en la parte superior del dedo y coloca el índice en la parte inferior.
Con sensibilidad, haz un movimiento de giro del dedo gordo y tira. Estira el dedo llevándolo hacia la parte de arriba y luego hacia la de abajo. Luego repite el recorrido y no te dejes ninguno de los dedos sin presionar y estirar, pero siempre con cuidado y sin provocar daños.
No todos los días tenemos el privilegio de acudir a un masajista profesional, ya sea por tiempo o por dinero.
Si es tu caso, te animamos a ver esta guía para elegir el mejor masajeador de pies para ti, una alternativa mucho más económica para disfrutar de un buen masaje relajante en casa a cualquier hora.
¿Cómo dar un masaje de pies más personal?
Si lo que quieres es un tipo de masaje de pies que sea perfecto para tu pareja, te vamos a dar unas indicaciones alternativas que te permitirán convertir este momento en algo muy especial, y a la altura de uno dado por uno de los mejores masajeador profesionales del mercado. Ten en mente que, para este masaje, se requiere la máxima dedicación y cariño. Al fin y al cabo, se lo estás dando a una persona con la que tienes un vínculo muy personal.
Paso 1. Relaja los pies sumergiéndolos
Poner los pies en remojo hará que el receptor se sienta muy bien y que comience a relajarse de la mejor forma posible. Necesitarás un barreño o, si no tienes otra opción, también podrías usar la bañera.
Llénala con 15 litros de agua que esté caliente y pon dentro un limón cortado en rodajas. Hay quienes utilizan otras frutas en su defecto, como puede ser la naranja, pero nuestra recomendación, por sus propiedades, recae en el limón.
También es recomendable que pongas un poco de sal marina. Podrías combinar la mezcla con algunos aceites, como el esencial de lavanda, pero no es obligatorio. La sal es más fácil de conseguir y los efectos que proporciona son muy eficientes.
A continuación, que el receptor meta los pies dentro. Una vez dentro del agua, pasa las rodajas de limón por sus pies y que hagan contacto con el agua caliente. Los pies deben seguir en el agua durante 5-10 minutos antes de sacarlos y proceder a su secado.
Paso 2. Seca y masajea con aceite
El secado tiene que ser suave y sensible. No frutes de forma brusca, ni tampoco hagas excesiva presión con la toalla. Cuando los pies estén secos, utiliza un aceite de masajes o una crema y comienza a hidratarlos.
Es recomendable que uses un tipo de crema que sea relajante, puesto que eso ayudará a que el efecto que estás buscando sea superior. Uno de los aceites que más te recomendamos para este tipo de masaje es el de eucalipto.
Paso 3. Crea un buen ambiente
Este masaje no es como los demás: es especial. Por ello, pon una música relajante, enciende velas que tengan un buen aroma e intenta que la iluminación sea baja y aporte intimidad. Piensa en los gustos que tiene esa persona y crea un ambiente que esté en la línea de sus preferencias. Asimismo, prepara la cama o butaca en la que vas a realizar el masaje. Debe ser, ante todo, de gran comodidad.
Paso 4. Haz el masaje con cariño
Ahora comienza a masajear. Hazlo con suavidad. Coméntale al receptor que puedes darle una mayor intensidad o presión dependiendo de sus preferencias o necesidades. Intenta fijarte en sus reacciones para saber cuándo presionar más o hacerlo menos.
Si el receptor se está relajando mucho, posiblemente no te dirá nada sobre sus impresiones. Por ello, tendrás que leer sus reacciones para obtener los mejores resultados.
Consejos para dar masajes de pies
Si ya sabes la teoría de cómo dar el masaje, también te invitamos a que tengas en cuenta una serie de consejos que te ayudarán a dar mejores masajes.
- Prepara tus manos de forma adecuada. Corta tus uñas y asegúrate de que no tienen ningún pico o zona que pueda arañar o molestar al receptor. Por supuesto, tienes que tener las manos bien limpias.
- Estimula los pies previamente con agua templada. Es la mejor manera de incrementar el flujo de la circulación sanguínea.
- Cuando seques los pies, hazlo prestando atención a cada dedo y haciéndolo lentamente y con delicadeza.
- No intentes ir con prisas mientras das el masaje. Tiene que ser un proceso relajante. No te extrañes si tú también te relajas mientras lo estás haciendo.
- Calienta tus manos frotándolas antes de comenzar el masaje. Las cremas suelen estar frías y, lo último que quieres, es generar una mala reacción en el receptor.
- Intenta dar masajes de pies frecuentemente para que vayas ganando más práctica y seas cada vez mejor dándolos
Los pies, en ocasiones, suelen quedar olvidados respecto a otras partes del cuerpo. No se les da tanta atención como deben y eso lleva a que sufran y que acumulen un gran nivel de cansancio. Por ello, te recomendamos que intentes aplicar los consejos que te hemos dado, y que aprendas cómo dar masajes en los pies que hagan que la relajación esté garantizada.
Esteticien, masajista y coach personal, apasionada de la salud mental y física. Graduada en Estética integral y bienestar el Instituto Sanvador Seguí (Barcelona) y certificada en Coaching en Foment Formació.