¿Cómo aliviar una contractura en el cuello?

Madelin Vicioso Sánchez
Madelin Vicioso Sánchez

Contenido actualizado el 22 de enero de 2023

¿Estás interesado en saber cómo aliviar una contractura en el cuello? Esta zona del cuerpo es una de las más molestas para tener contracturas, por lo que, si estás sufriendo una, seguro que quieres descubrir cómo acabar con ella o aliviarla por todos los medios posibles.

Presta atención a los consejos que te vamos a dar y las ideas que te ayudarán a encontrarte en un mejor estado sin tener que preocuparte tanto por el dolor.

Remedios para aliviar una contractura en el cuello

Hay muchos motivos por los que quizá has sufrido la contractura muscular y es algo que nos acaba ocurriendo a todos antes o después a lo largo de la vida. Lo importante termina siendo saber cómo ponerle remedio y buscar la manera de poder actuar si ocurre.

Nosotros hemos reunido las soluciones más recomendadas por nuestros expertos y las que creemos, como profesionales del masaje, que son más efectivas para solucionar este problema.

¿Sabías que una almohada cervical te puede ayudar mucho?

Tener molestias en el cuello o las cervicales es algo muy habitual pero no todos los días podemos acudir a un profesional, ya sea por tiempo o por dinero.

Si es tu caso y estás pensando en cómo descansar mejor, te animamos a ver esta guía par averiguar cuál es la mejor almohada cervical para ti, algo ideal para poder tener un mejor descanso por las noches.

Las 10 mejores almohadas cervicales

Uso de calor para alivio inmediato

La terapia con temperatura es una de las primeras opciones a las que debes recurrir cuando tienes una contractura en el cuello.

Si bien luego te hablaremos de la terapia con frío, comenzamos con la de calor porque es la que te ayudará en una situación crítica en la que necesites alivio inmediato.

El calor genera una reacción sedante sobre las terminaciones nerviosas y eso te permite sentirte bien mientras disfrutas de esta alta temperatura. Ten en cuenta que es necesario mantener el calor para que sigas encontrándote bien, por lo que solo se trata de un remedio temporal. Para poder disfrutar de un periodo de calma conveniente, te recomendamos usar una manta eléctrica. Siempre ten en cuenta las recomendaciones de tiempo y exposición.

El frío para curar y evitar que la contractura empeore

Es recomendable que apliques frío en las primeras 48 horas desde que te has hecho la contractura. El motivo de ello es que el frío realiza una interacción muy distinta a la del calor.

Mientras el calor solo calma, lo que hace el frío es ayudar a que la contractura no vaya a más e incluso a reducir la gravedad de la misma.

Como el uso del frío es distinto, su aplicación también debe serlo. El calor lo puedes tener el tiempo que necesites mientras calme tu dolor, pero el frío es mejor aplicarlo solo en sesiones de entre 15 y 20 minutos, dejando descansar la zona antes de volver a aplicarlo.

Debido a los beneficios que tienen ambos niveles de temperatura, se suele decir que una combinación de terapia de frío-calor resulta muy conveniente si hemos sufrido una contractura.

Haz ejercicios con el cuello

Una de las terapias más recomendables, la cual puedes combinar con masaje o con otras ideas, es la de los ejercicios. Se recomienda que hagas una serie de ejercicios cada día y que continúes hasta el momento en el que la contractura haya desaparecido.

Son movimientos muy simples y no te llevarán nada más allá de unos pocos minutos, por lo que seguro que no tienes problemas para hacerlos.

  • Elongación del cuello: mueve tu cabeza con suavidad, inclinándola hacia cada uno de los lados en repeticiones muy sensibles. Este movimiento debería durar entre 15 y 20 segundos.
  • Movimiento de rotación: mueve la cabeza de derecha a izquierda como si estuvieras trazando un círculo. Mientras lo haces, tienes que intentar que la barbilla toque tu pecho. Haz rotaciones de 15 segundos y luego cambia en dirección al lado opuesto.
  •  Rota los hombros: extiende tus brazos en una posición recta dejándolos caer, pero no los separes del cuerpo. Ahora, haz movimientos circulares subiendo y bajando en periodos de 15 segundos.
  • Elongación de los brazos: un ejercicio que seguramente hayas repetido en multitud de ocasiones haciendo deporte. Pon los brazos por detrás de la cabeza. Usa la mano izquierda para agarrar tu codo derecho y haz una presión tirando hacia abajo. Luego cambia de brazo. A continuación, haz palanca en el pecho cruzando el brazo hacia el hombro opuesto.

Los masajes para aliviar el dolor de las contracturas de cuello

Como ya puedes imaginar, el uso de los masajes se transforma en una de las mejores opciones que tienes para librarte del dolor de las contracturas de cuello. Lo mejor es que se trata de una zona del cuerpo muy flexible en cuanto a las posibilidades que te proporciona para solucionar los dolores. Puedes recurrir a una de las siguientes opciones:

Automasaje en el cuello

Simple y efectivo. Tú mismo te puedes dar un automasaje que ayudará a que tengas menos dolor. Para ello, utiliza la yema de los dedos con la intención de, suavemente, tocar tu cuello con sensibilidad hasta que encuentres el punto en el que se concentra el dolor de la contractura.

Aunque al principio no percibas nada, sigue tocando y te aseguramos que llegarás al origen del problema.

Ahora que ya sabes dónde está el dolor, utiliza tus dedos para presionar el punto crítico de la contractura. Haz presión durante el tiempo que sea necesario hasta que notes que ya no te duele tanto. Sigue presionando hasta que veas que el dolor ha desaparecido y que te encuentras mejor. Vuelve al inicio del masaje y repite la presión en el punto de la contractura. Haz este masaje varias veces al día y te habrás recuperado en un pequeño espacio de tiempo.

Terapia de masaje con masajeador

Utiliza uno de los distintos masajeadores disponibles en el mercado para dar apoyo a la zona del cuello y que así puedas librarte de gran parte del dolor. En este aspecto, los mejores masajeador cervicales han diseñados específicamente para la parte del cuello, por lo que son los ideales cuando estés buscando un equipo que te permita enfrentarte a la contractura.

Lee las instrucciones y disfruta de pequeñas sesiones del masajeador para que, poco a poco, notes cómo el dolor de la contractura va desapareciendo y haciéndose cada vez menor.

Masaje de un profesional

Otra recomendación excelente. Si acudes a la consulta de un buen masajista, te proporcionará una sensación de alivio que te ayudará a pasar mejor los días durante los que sufras la contractura.

El dolor se reducirá de manera considerable y así podrás concentrarte en tu trabajo sin sentir molestias. Por desgracia, el presupuesto que necesitas para acudir a la terapia del masajista es superior al de las otras opciones, sobre todo porque necesitarás unas cuantas sesiones para que te vayas encontrando mejor.

Consejos para evitar las contracturas de cuello

Que el cuello no llegue a contracturarse de nuevo debería ser uno de los objetivos fundamentales, en especial después de haber sufrido una. Aplica estas recomendaciones para intentar evitar el mismo problema en el futuro:

  • Cambia tu silla y usa un modelo que proteja tu cuello y la posición de tu espalda
  • Comprueba si tienes un colchón y una almohada que sean convenientes para tu cuello. Los colchones de firmeza media son muy recomendables, y las almohadas cervicales con viscoelástico también ayudan
  • Intenta no hacer grandes esfuerzos ni levantar un elevado volumen de peso
  • No duermas boca abajo
  • Haz siempre un calentamiento antes de cualquier actividad física

¿Qué ha provocado la contractura de cuello?

Esto es algo que tienes que conocer para evitar que ocurra de nuevo o, al menos, para reducir las posibilidades todo lo que esté en tu mano.

Ser culpa del frío

Si te has expuesto a bajas temperaturas, los músculos se habrán contraído como respuesta al frío. Esto también nos lleva a adoptar posturas forzadas que generan una mala posición en el cuello.

Alto nivel de estrés

Cada vez que nos encogemos de hombros debido a nuestro descontento con algo, un movimiento que resulta muy natural y frecuente, estamos haciendo un movimiento brusco. Estos movimientos se pueden repetir y generar contracturas tensionales.

Deporte sin calentamiento

Muy posiblemente hayas sufrido problemas en el cuello por ello más de una vez. El calentamiento antes del ejercicio le cuesta a todo el mundo y, hasta que se sufre un problema como una contractura del cuello, no entendemos la importancia que tiene. Cuando se le pide demasiado al cuerpo y los músculos, la respuesta puede ser algo negativo como una contractura.

Estar deshidratados

Las contracturas pueden aparecer de una manera más habitual si no nos cuidamos con una buena alimentación y nos mantenemos deshidratados. Sobre todo, es importante que te concentres en mantener una ingesta sólida de nutrientes que destaquen por tener una elevada cantidad de sustancias como potasio, hierro o magnesio.

Una postura poco saludable

Muchas veces es frecuente que adoptes malas posturas porque resulten aparentemente cómodas o porque no tengas otro remedio mientras estás trabajando. El problema es que si repites esa posición que no es saludable, lo más posible es que estés forzando el cuerpo en exceso hasta el punto de que puedes exponerte a una contractura.

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